Basado en 1 Pedro 5:5-11 (Versión Reina Valera 1960)
Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. A él sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.
La Biblia habla de humillarnos, tanto como humillarnos ante ciertas personas dignas de respeto en el Señor, o sea, no los ancianos de edad necesariamente (aunque debieran ser de estima), más los ancianos en el caminar del Señor, como también, nos enseña aún mayormente a humillarnos bajo la poderosa mano de Dios. ¿Qué significa realmente este asunto de humillarnos? ¿Significa rebajarse o descender de alguna manera como muchos lo interpretan?
El humillarnos, en sí, no implica un rebajarse o descender de estatus, por decir, sino que, se usa para ayudarnos a entender que nuestro modo de pensar debe cambiar, y por nuestro propio bien, adoptar un razonamiento más apropiado considerando ciertas realidades. Con relación a la persona que es anciana en el Señor, la persona que lleva tiempo y madurez como lo manda la Palabra, el respetarlas es sencillamente un reconocimiento de una realidad, de que ellos a través de su relación con el Señor, han logrado cierta experiencia que los hacen más crecidos y semejantes a Cristo. Esto dice por ejemplo la Palabra: Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, este será llamado grande en el reino de los cielos. Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. Mateo 5:18-20. Debemos por lo tanto saber valorar ese caminar o ancianidad en el Señor. Y como leímos, no se trata de conocimiento (porque nadie sabía más que los fariseos y escribas), sino más bien, de vivir la ley, la Palabra de Dios. Por eso que los que son dignos de honra no son necesariamente ni las posiciones ni títulos que muchos presumen, sino los que han aprendido, practicado, y hasta sufrido por el Evangelio. Este es sencillamente un ejemplo: Hay una gran diferencia entre un creyente que fue a un seminario y que pastorea una iglesia con ciertas comodidades a un hermano o hermana que ha sido perseguido o a sufrido por el evangelio, y ha sacrificado bienes y hasta relaciones, libertades, etc. por amor a Cristo. Los Apóstoles eran claros ejemplos de esto. Y este fue precisamente la corrupción que surgió en la iglesia de Corinto, que ellos maltrataron a Pablo, a raíz del engreimiento, falta de madurez, y falta de respeto de estos.
Pero vayamos a lo más importante. ¿Es en realidad humillarse ante Dios el sencillamente comenzar a entender quien El es, y de lo que El es digno? Se usa la Palabra ‘humillaos’, pero es simplemente un comenzar un aceptar, una realidad, y tanto, porque Dios es digno, como también para nuestro beneficio. Y aún más, si una persona no comienza a dedicarse a entender quién es Dios y todo lo que le debe, puedo decir muy seguramente fundado en la Palabra, que nunca encontrará ni gracia, ni perdón ante Dios sin este reconocimiento y aceptación, y por muchas razones muy lógicas. Veamos este pasaje: Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites? Salmo 8:3-4. Toda la creación proclama quien es Dios, Su poderío, Su dominio, y Su autoridad. El Señor no necesita ni una campaña publicitaria, ni marketing. Se trata de solo usar nuestros sentidos y raciocinio para poder comenzar a entender quién es Dios. Y esto también dice la Palabra: Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Romanos 1:20. El hombre no necesita absolutamente nada más, solo dedicarse a observar las cosas, y hasta su propia existencia, para poder llegar a saber y llegar a creer en quien es Dios. Dios mismo dice que no tienen excusa, indiscutiblemente. Así que, la persona que no quiera aceptar esto, no es por falta de pruebas, sino porque no quiere creer, se rebela a Dios totalmente consciente de esta realidad. Enoc no tuvo nada escrito para poder llegar a creer y honrar a Dios. Noe tampoco necesito nada de eso, ni tampoco Abraham. Ellos fueron hombres que alcanzaron la gracia de Dios con solo observar lo creado y creer en Dios como era necesario.
Nosotros le debemos todo a Dios. La Biblia dice así: Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten. Colosenses 1:16-17. Y dice esto también: Todo lo que respira alabe a JAH. Aleluya. Salmo 150. Toda la existencia, y aún nosotros mismos, todo depende de Dios. La realidad es que hasta nuestros pulmones respiran por el aire que Dios nos da, nuestros corazones palpitan solo porque Dios lo permite, y nuestro cuerpo funciona solo a través de Su persona. Por eso que dice que todo lo que respira alabe a JAH, no por humillación, sino como aceptación de una realidad irrefutable. ¡Oh si! La ciencia puede explicar ciertas cosas, y decirnos cómo funcionan, pero explicar algo es una cosa, pero otra cosa es crearla, hacerla, y sustentarlo todo. Y de nuevo, si no lo creen, no es porque no pueden creerlo, sino porque rehúsan, se rebelan a creer. Cuando Dios enfrenta a Job, ¿Qué le pregunto? Esto dice: Entonces respondió Jehová a Job desde un torbellino, y dijo: ¿Quién es ese que oscurece el consejo con palabras sin sabiduría? Ahora ciñe como varón tus lomos; Yo te preguntaré, y tú me contestarás. ¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes inteligencia. ¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿O quién extendió sobre ella cordel? ¿Sobre qué están fundadas sus bases? ¿O quién puso su piedra angular? Job 38:1-6. Entonces, ¿Será perdonado el hombre por una supuesta o autoimpuesta ignorancia? Si Dios dio testimonio de Job diciendo: …que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, fue enfrentado por Dios con estas verdades, ¿Qué quedará para nosotros si no valoramos toda Su obra, especialmente lo que hizo en la cruz a través de Cristo? ¿Se perdonará tal pecado de tomar tantas cosas por asentadas? Escrito esta: El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. Proverbios 1:7. Si no aprendemos a temerle, lo cual consiste de respetarle y honrarle como se lo merece, siempre seremos insensatos, y como tal, no alcanzaremos ninguna gracia de Dios. Así que, ¿Vives sometido a Dios y a Su voluntad para obtener la salvación que El solo puede darte? ¡Qué el Señor les bendiga! John ¡Dios bendiga a Israel!