Basado en Hebreos 10:5-25 (Versión Reina Valera 1960)

Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; más me preparaste cuerpo. Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron. Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, como en el rollo del libro está escrito de mí. Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley), y diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto último. En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre. Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies; porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados. Y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después de haber dicho: Este es el pacto que haré con ellos después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, y en sus mentes las escribiré, añade: Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones. Pues donde hay remisión de estos, no hay más ofrenda por el pecado. Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.

Por la gracia de Dios, y a través de ya muchos años y por estudio tengo un amplio conocimiento de la arquitectura y construcción comercial, y esto me ha ayudado a entender toda la responsabilidad y las consecuencias que pueden surgir con solo trazar una línea, por decir, como todo el proceso que sigue. Las personas que ignoran las realidades del diseño y la construcción piensan que lo único que hace un arquitecto es solo poner líneas en un papel. Y esta es la gran diferencia entre el arte, sea un dibujo o una pintura, y la arquitectura, y claro, la ingeniería que va en conjunto con la arquitectura porque ambos son necesarias, en que una es algo que sirve para entretener la vista (por decir) y el otro es lo que se usa para construir edificios donde las personas puedan vivir o llevar a cabo sus labores. Pero, si se comete un error no solo en el diseño de algo, sino también en su construcción, puede costar mucho dinero, y lo más importante, puede costar vidas, si todo el proceso, de principio a fin no se ejecuta con el debido conocimiento y cuidado. Así que, si vives en una casa donde puedes dormir tranquilamente, es porque hubo un grupo de personas que lo diseño y construyo como es debido, como también; si un grupo de personas pueden llevar a cabo una junta de negocios tranquilamente en un veinteavo piso de una torre, es porque también hubo un grupo de personas que lo diseñaron y construyeron como es debido, y de la misma manera, si un grupo de médicos pueden llevar a cabo una cirugía para salvarle la vida a alguien sin tener que preocuparse de fallas estructurales o de sistemas en un edificio, es porque hubo un grande grupo de personas que lo hizo posible, de principio a fin. Todas estas cosas se toman por asentadas todos los días por el conocimiento, el esfuerzo, y la ejecución apropiada de cada persona envuelta, sea el que trazo la línea o el que martillo un clavo, todos unánimes trabajaron en conjunto para llevarlo a cabo, con conocimiento y con el debido cuidado.

¿Qué tiene que ver todo esto con lo que leímos? Dios también dice que es arquitecto y constructor (Hebreos 11:10), pero la infinita y eterna diferencia entre lo que El hace y lo que yo hago, es que El ha creado no solo los cielos y la tierra, sino todo lo expansivo e infinito del universo y todo lo que eso contiene, desde lo más pequeño hasta lo más grande, lo visible y pasajero como lo invisible y eterno. Y no solo lo ha hecho, sino que también, todo lo sostiene y todo subsiste a través de Su persona, como está escrito: Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten. Colosenses 1:16-17. Por eso es que es inexcusable no llegar a entender y creer en Dios, porque es imposible que tantas cosas sean producto de un accidente, y mi mismo trasfondo y conocimiento secular es lo que me ayuda a entender esta verdad, porque es imposible que las cosas son lo que son por un accidente, especialmente sabiendo que un pequeño error en algo como en el diseño y construcción de un edificio puede ser catastrófico. Por eso que también dice la Palabra: Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Romanos 1:20.

Entonces, ¿a qué nos debiera llevar esto? Si yo, un sencillo ser humano, trazo una línea, o si yo le digo a un obrero hacer algo, tengo algún tipo de razón para hacerlo, y tengo la responsabilidad de saber porque lo hago y lo mando a hacer, y muchas veces, no tengo ni el tiempo de dar explicaciones, ni aún menos, de entrar en polémicas o largas historias, sino que sencillamente es necesario que se haga. Ahora, pensemos si fuere posible por un momento, todo lo que ha hecho y está en la mente del Todopoderoso, cada cosa, pasada, presente, y futura, tanto visible como invisible, si El manda a hacer algo, ¿no podremos sencillamente respetar lo que dice y solo hacer lo que El manda? No tiene lógica cuestionar, ni aún menos, desafiar el conocimiento y los mandatos del Dios Todopoderoso. Escrito esta: Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. Isaías 55:8-9. Una persona puede decir, ¿Por qué El permitió antes como parte de la ley los sacrificios para expiar por los pecados, si lo iba a substituir con el sacrificio del Señor? Y mi respuesta es: El sabe el porqué, y tuvo Sus razones. Todo en el Señor tiene sus respuestas, algunas las entenderemos, pero otras no podremos ahora, por nuestro estado caído, que, aunque hallamos sido redimidos por Su gracia, seguimos siendo grandemente imperfectos. Por lo tanto, lo único que nos toca es algo muy sencillo, el obedecer a Dios, sea lo que sea, porque como lo dictaría la lógica, nos conviene eternamente encontrar el favor de este Gran Ser a través de Sus términos y no a través de lo que nos parece, por nuestra insignificancia. Y esto nos lleva al amor y a las buenas obras, el aprender amar a Dios con todo lo que somos y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, porque el día se acerca que vendrá por Su iglesia, como también, nuestro momento personal de partida puede ser sorpresivo. Lo más importante es cumplir el propósito que Dios tiene para cada uno, porque el que cumple Su propósito será recompensado, pero el que rehúsa buscar y seguir el propósito de Dios será desechado como lo que es: algo inservible. Así que, ¿Estás buscando el propósito que tiene el Señor para ti? ¡Qué el Señor les bendiga! John ¡Dios bendiga a Israel!

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