Basado en Lucas 11:29-30, 32 (Versión Reina Valera 1960)  

Y apiñándose las multitudes, comenzó a decir: Esta generación es mala; demanda señal, pero señal no le será dada, sino la señal de Jonás. Porque así como Jonás fue señal a los ninivitas, también lo será el Hijo del Hombre a esta generación… …Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque a la predicación de Jonás se arrepintieron, y he aquí más que Jonás en este lugar.

La gran mayoría de las personas inventan muchas cosas para poder justificar su incredulidad, al decir que no pueden llegar a creer en Dios, y que tienen razón en esto. Algunos, por ejemplo, se excusan en que Dios tiene que hacer algo sobrenatural para que ellos puedan creer efectivamente. Esta es de la señal de la cual habló el Señor en este pasaje. Otros piensan que, si no pueden ver a Dios, entonces no pueden creer en El. Otros dudan en Su Palabra, y piensan que es solo un libro escrito por distintas personas con mucha creatividad, y por eso que no pueden llegar a creer. En fin, la gran mayoría de las personas inventan muchas cosas para poder justificar su incredulidad.

Puedo decir muy confiadamente que son meras excusas nada más porque todos tenemos la habilidad de poder tener fe, de poder creer en cosas que no vemos, y a cada instante ejércitamos esa fe, hasta las personas mas pequeñas y las mas supuestamente incrédulas. Hay muchos que arriesgan hasta sus vidas diariamente al tener fe en cosas que ni siquiera comprenden como trabajan. Podemos ver ejemplos muy claros diariamente de como ejercitan esta habilidad de la fe. Por ejemplo, ¿duda un niño cuando da sus primeros pasos, cuando trata de hacer algo que ni siquiera intelectualmente entiende? Otro ejemplo es para aquellos de nosotros que trabajamos para nuestro sostén. Nos levantamos los días que nos toca trabajar con la idea que recibiremos un pago por nuestra labor, ¿verdad? Pero, mientras trabajamos, ¿estamos viendo a nuestro jefe o supervisor con nuestro dinero en sus manos mientras trabajamos? Lo dudo mucho. Pero todos los que trabajamos lo hacemos arduamente porque tenemos la fe de que cuando llegue el momento de pagarnos, veremos un cheque, o se nos dará algún dinero en efectivo, o como muy comúnmente pasa hoy en día, recibimos un deposito directo a nuestra cuenta bancaria. ¿Trabajaríamos si perdiéramos la confianza o la fe de que nos van a pagar por nuestros esfuerzos? Lo dudo mucho. Y ¿de qué podemos más hablar ya que todo requiere tener algún tipo de fe? ¿Saben qué han hecho con su comida antes de comérselas? No, pero se la comen hasta sin preguntar nada. ¿Estuvistes en el laboratorio farmacéutico cuando produjeron las pastillas que tomas para el dolor de cabeza? No, pero cuando tienes un dolor de cabeza, las compras y las tomas nada más, ¿verdad? Cuando viajan las personas en avión, ¿toman primero clases de aviación o van a la universidad por varios años para poder entender la ingeniería que hace posible volar a un jet de un lado para otro con cientos de personas a bordo, y muchas maletas? No, ¿verdad? Pero, no obstante, viajan grandes distancias, sobre tierra, mares, y hasta montañas sin tener ni idea como trabajan las cosas, y con la certeza que van a llegar a su destinación. Eso es fe.

Veamos el ejemplo que dio el propio Señor en el pasaje que leímos. El Señor hablo del profeta Jonás y de los ninivitas. Y si recuerdan la historia, el profeta Jonás fue aquel que estuvo dentro de un gran pez por tres días porque no quiso obedecerle a Dios, e ir a predicarle a los ninivitas que iban a ser destruidos. Veamos esto en mas detalle. ¿Cuál fue el mensaje que predico Jonás en Nínive? Esto dice la Palabra: Y comenzó Jonás a entrar por la ciudad, camino de un día, y predicaba diciendo: De aquí a cuarenta días Nínive será destruida. Jonás 3:4. Este fue todo el mensaje de Dios para Nínive a través de Jonás. No hubo una disertación de como fue la creación, ni mención de la ley de Moisés, ni una explicación de moralidad, ni siquiera mencionó que estuvo dentro de un gran pez. El no les mostro un título del gran seminario de Jerusalén donde los profetas más ilustres se entrenaban (no existía tal cosa, por si acaso). Ni siquiera mencionó a Dios en estas sencillas y pocas palabras. Este fue todo el mensaje: De aquí a cuarenta días Nínive será destruida. Y tomen en cuenta que Nínive era el centro del imperio Asirio, el reino enemigo de Israel. Entonces, ¿Qué tenían que ver con este profeta de Israel? Pero, no obstante, todo Nínive, el centro del imperio Asirio no solo escucho, pero creyó el mensaje, y el rey mando a todos a que se arrepintieran para ver si Dios se volvía de su ira. Esto dice la Palabra: Y llegó la noticia hasta el rey de Nínive, y se levantó de su silla, se despojó de su vestido, y se cubrió de cilicio y se sentó sobre ceniza. E hizo proclamar y anunciar en Nínive, por mandato del rey y de sus grandes, diciendo: Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna; no se les dé alimento, ni beban agua; sino cúbranse de cilicio hombres y animales, y clamen a Dios fuertemente; y conviértase cada uno de su mal camino, de la rapiña que hay en sus manos. ¿Quién sabe si se volverá y se arrepentirá Dios, y se apartará del ardor de su ira, y no pereceremos? Jonás 3:6-9. Los de Nínive tuvieron fe, y tal fe, a pesar de sus malos caminos y grandes pecados, que sí existía Dios, como dice: Y los hombres de Nínive creyeron a Dios…, y que era soberano y poderoso para traer juicio sobre ellos, y se extendió de tal modo su fe que creyeron que tocarían el corazón de Dios con su arrepentimiento. Y así fue, como esta escrito: Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo. Jonás 3:10.    

Ahora bien, y habiendo visto el gran ejemplo de Nínive, ¿Entienden porqué seria aún más grande juicio sobre a los que el Señor les hablo, y sobre nosotros? El Señor hizo grandes e increíbles obras, y no tenía necesidad de demostrarle nada más a nadie, no había necesidad de hacer señales, igual que ahora. Dios no tiene que hacer absolutamente nada más porque nos ha dado mucho más de lo que necesitamos para poder creer y seguirle como tal. El problema no es la falta de fe como ya lo hemos demostrado, porque cada persona tiene la capacidad de fe, sino el sencillo y gran problema es que las personas rehúsan creer, lo cual es algo muy diferente, y totalmente castigable delante de Dios. Inventen la excusa que quieran para no querer creer, no vale de nada. Esto mismo dice la Palabra lo cual ayudo a Nínive a creer y también es más que suficiente para que el hombre crea hoy: Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Romanos 1:18-20. Y esto también dice la Palabra: El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él. Juan 3:36. Si una persona cree realmente en el Señor, hará lo que El dice, porque muchos dicen creer, pero no hacen lo que el Señor manda, comenzando con un completo arrepentimiento, como lo hicieron los de Nínive. Y no solo ahora tenemos la creación como muestra de que Dios es Dios, sino la muerte y la resurrección del Señor como la señal más grande no solo de Su poder, sino también, de Su amor. Sencillamente no hay ninguna excusa para no poder creer y obedecer. Así que, ¿realmente crees y le obedeces al Señor para salvación, o todavía rehúsas creer como es debido? ¡Qué el Señor les bendiga! John ¡Dios bendiga a Israel!

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